1. El cuidado de la vida litúrgica parroquial
Esta es la tarea más importante del Equipo de Liturgia dentro de la parroquia: preparar, animar y revisar las celebraciones en sintonía con el párroco.
2. La educación litúrgica de la parroquia
Educarse a sí mismo para poder educar litúrgicamente a la comunidad parroquial:
- conocer el sentido de las diversas celebraciones, en especial de la Eucaristía;
- comprender el lenguaje litúrgico, el contenido profundo de los gestos, los ritos, etc.
3. Preparación de las celebraciones
Esta es una de las tareas más concretas a realizar en la parroquia. La preparación de una celebración exige:
- fijar bien el sentido de la celebración: que todos los que van a participar en la celebración sepan qué se va a celebrar y por qué.
- preparar todo lo necesario para la celebración: los elementos materiales (el pan, el vino…), los elementos de la misa (oraciones, prefacios, plegaria eucarística, cantos, salmos, etc.), las moniciones, guiones para las celebraciones más complejas destinados al presidente, monitor, lectores, coro…
- distribuir con suficiente antelación —para no improvisar a última hora— las diversas tareas y servicios litúrgicos.